Roberto Palazuelos, conocido también como “El Diamante negro”, hace unos días causó polémica al darse a conocer que las autoridades habían suspendido las actividades de uno de los hoteles que tiene en Tulum.
Tras lo ocurrido, Roberto Palazuelos ofreció una entrevista ante varios medios de comunicación, quienes no dudaron en preguntarle qué fue lo que ocurrió con su hotel.
¿Por qué clausuraron el hotel de Roberto Palazuelos?
En la entrevista, el también actor aclaró que una de las razones por las que las autoridades suspendieron las autoridades en su hotel se debió a algunas razones involucradas con ciertas medidas del hotel.
“Hay una exageración porque me metieron a mí en un rollo todo mundo, pero yo el único problema que tuve es que no tenía mililitros el menú y que las camaristas dejaban unos sobres de propina y no sabía que era ilegal, pero es más exageración».
El famoso aseguró que todo fue una exageración y que tras lo ocurrido, su hotel ya se encuentra funcionando normalmente.
“Generalizaron son problemas de otros hoteles, no los míos, pero como yo soy el famoso a mí me colgaron la lanota. Hay actividades (en el hotel)”.
¿Qué pasó en el hotel de Roberto Palazuelos?
En un reciente operativo realizado en el municipio de Tulum, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) determinó la suspensión temporal del hotel Diamante K.
Esta acción formó parte de una inspección a 29 establecimientos turísticos de la zona, en la que se detectaron varias irregularidades.
El hotel Diamante K, ubicado dentro del Parque Jaguar, es uno de los más reconocidos de la región y también uno de los más costosos.
Por ello, fue incluido en una revisión conjunta entre la Profeco, la Secretaría de Turismo (Sectur) y el Gobierno de Quintana Roo.
Según la información oficial, la suspensión del hotel de Palazuelos se debió a los precios elevados y diversas violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC).
En su comunicado oficial, la Profeco detalló las causas específicas por las que se aplicó la suspensión a estos establecimientos.
“Se les colocó sello de suspensión debido a diversas violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), ya que no exhibían tarifas, no contaban con términos y condiciones de prestación de servicios, inducían al pago de propina o no contaban con notas o comprobantes del servicio de hospedaje prestado; no se ofrecían precios en el menú o se exhiben en moneda extranjera y los platillos en idioma distinto al español».
Estas fallas, según la Profeco, son consideradas como prácticas que afectan directamente al consumidor, ya que impiden conocer con claridad el costo real de los servicios ofrecidos.
